En un viaje a Dublín, el turista puede querer disponer de un coche para moverse a su antojo por las calles de la capital de Irlanda, así como realizar excursiones por el resto del país. Ciertamente, el coche da más autonomía y libertad a la hora de organizarse.
Si se desea tener un coche en Dublín, la mejor opción pasa por alquilarlo. Llevar el coche propio no es nada fácil teniendo en cuenta que Irlanda es una isla, lo que provoca que se tenga que llegar en avión o barco.
Desde Dublín, uno puede completar varias excursiones interesantes para conocer el resto del país. Una de ellas, puede ser a Wexford, la capital del condado de Wexford, que se halla a 139 kilómetros de la capital irlandesa.
Está muy bien comunicada tanto por carretera y por tren, y dada su cercanía con Dublín se puede visitar en un día y volver para pasar la noche en la capital. No lo dudes y disfruta de una divertida jornada en esta pequeña localidad del extremo suroriental de la isla Esmeralda.
Los mochileros y lo estudiantes se sienten a gusto cuando viajan por Irlanda. En este país, casi un tercio de los habitantes son menores 25 años. Así, ciudades como Dublín, Belfast, Derry, Cork y Galway son famosas por su marcha, música, arte y cultura estudiantil.
Encima, resulta sencillo desplazarse de un lugar a otro, con una notable infraestructura de transporte público y rutas especializadas para los mochileros. Por otro lado, Irlanda ofrece una sobresaliente red de hostales, con habitaciones compartidas que se llenan de viajeros de todo el mundo.
Transporte
Si se tiene tarjeta de estudiante, se podrá disfrutarde descuentos y tarifas especiale en el utobús y el tren. Bus Éireann y Irish Rail ofrecen tarifas para estudiantes que tengan su tarjeta.
La red ferroviaria no llega a toda la isa, así que para llegar a ciertos lugares, habrá que utilizar los autobuses. El abono de autobús Open Road posibilita viajar de manea ilimitada en todos los autobuses de línea regular de Bus Éireann.
Leap Card
La Leap Visitor Card es una tarjeta de prepago que permite usar los Dublin bus, los 747 autobuses Airlink, y también Luas y DART durante 72 horas desde la primera ocasión que utiliza.
Si se viaja Irlanda como estudiante de inglés, se puede obtener la Leap Trainee Card a través de tu escuela, o en Dublin Bus. Las tarjetas tendrán validez desde 1 a 4 semanas, durante las que se podrá usar Luas, DART, Iarnród Éireann y Dublin Bus tantas veces como se quiera.
La tarjeta iLink
La tarjeta iLink es parecida a Leap Card. ES una tarjeta de recarga prepago que utilizar de forma ilimitada los autobuses o los trenes de cercanías durante un día, una semana, o un mes. La iLink se pude usar en Metro, NI Railways y Ulsterbus (5 zonas).
Alojamiento
La mejor alterantiva son los albergues juveniles. Generalmente, la opción más económica es quedarse en una habitación compartida, pero también suelen existir dormitorios privados con baños compartidos.
En las ciudades, hay muchos hostales, pero se recomienda reservar con tiempo de cara a la temporada alta estival. Durante el verano, se pueden usar las residencias universitarias, como en el Trinity College de Dublín.
Fuera de las ciudades, hay multitud de Bed & Breakfast, que siempre ofrecen una cálida bienvenida irlandesa al mochilero.
A la hora de planificar un viaje a la capital de Irlanda, conviene tener en cuenta una serie de cuestiones. Por tal motivo, vamos a responder varias preguntas frecuentes sobre un viaje a Dublín.
1º. ¿Cuál es la mejor temporada para viajar?
Junio y septiembre son los meses en los que se puede disfrutar de un tiempo soleado al mismo que habrá menos turistas. No obstante, en Dublín hay turistas durante todo el año. Y, por supuesto, como en toda Irlanda, el día de San Patricio (17 de marzo) es una gran ocasión para viajar hasta allí. No lo olvidarás.
El Ha’penny Bridge (literalmente llamado Puente del Medio Penique) es un bonito puente peatonal construido en el año 1816 sobre el río Liffey, en Dublín. En concreto, se levanta en Merrion Street Lower.
En origen se denominó «Wellington Bridge», en honor a Arthur Wellesley, el primer Duque de Wellington, pero finalmente acabó obteniendo su nombre actual de dos hechos. Su forma, parecido al canto de una moneda de medio penique, y el peaje, que en un principio era de esa cantidad (y más tarde de un penique entero). Este peaje dejó de cobrarse en el año 1919 y se puede pasar por él de manera gratuita.
La capital de Irlanda ofrece numerosos hitos turísticos, actividades variadas y bastantes ofertas de ocio para el turista. Por ello, es casi imposible aburrirse en Dublín. En esta ocasión, vamos a dar una lista de varias citas ineludibles durante un estancia en esta ciudad europea.
1º. Visitar el Writers Museum. Ayudará a descubrir el patrimonio literario de Dublín. Gracias a sus cuatro premios Nobel de Literatura, la capital de Irlanda ha sido declarada por la Unesco como Ciudad de la Literatura.
2º. Disfrutar de la cocina irlandesa, desconocidad e incluso menospreciada durante muchos tiempo en cualquiera de los restaurantes del tendencia que se han abierto en los últimos años. Hoy en día, esta gastronomía conoce un auténtico renacimiento al ritimo de la slow food.
A lo largo del presente año, Irlanda celebra el 150 aniversario del nacimiento del Premio Nobel de Literatura William Butler Yeats. Así, se ha presentado una nueva ruta literaria que recorrerá varios de los lugares más emblemáticos en los que el poeta irlandés se inspiró para escribir sus obras.
A través de esta ruta poética-histórica se podrán conocer ciudades como Sligo, su hogar espiritual; el condado de Galway, donde fabricó su hogar familiar y cimentó su fama; o Dublín, donde junto a otros autores teatrales creó el Abbey Theatre, un hito literario de la capital irlandesa. Asimismo, se ha elaborado un programa especial de eventos, acontecimientos culturales y artísticos que tendrán lugar a lo largo del presente año.
Os planteo una interesante ruta de apenas 40 kilómetros entre Rosslare y Kilmore Quay por el sureste de Irlanda. Todo elloa unos 150 kilómetros de Dublín. Una bonita excursión por las tierras irlandesas.
Partiendo desde Rosslare y con el mar de Irlanda a la espalda, se comienza la ruta camino al centro de Wexford Town, una apacible localidad pesquera repleta de monumentos medievales, entre los que destacan el viejo ayuntamiento y dos iglesias gemelas.
Detrás de una fachada restaurada se alza la Ópera de Wexford, donde se organiza cada año el Wexford Festival Opera. Se recomienda hacer un tour entre bastidores o bien programarla visita para coincidiendo con alguna representación de la programación anual.
Os invito a realizar una excursión de un día por las cercanías de Dublín partiendo desde su aeropuerto y terminando en la ciudad de Avoca tras haber recorrido 106 kilómetros. El trayecto se puede hacer en coche o en bicicleta.
Partiendo del aeropuerto se llegará al jardín de Irlanda, el Condado de Wicklow. Para visitar el parque nacional de las montañas de Wicklowse deberá pasar por el desfiladero de Sally. En este lugar bajo un impresionante cielo azul, los rojos, morados y verdes del paisaje configuran un marco visual único.
Ascendiendo hacia lo más profundo del parque nacional de las montañas de Wicklow se pasa por una amplia variedad de pintorescos puentes de piedra, hasta que el desfiladero alcanza su sublime clímax en Lough Tay. Llamado también como «Guinness Lake» por el color oscuro del agua y su playa blanca de aspecto cremoso, pertenece a una finca de la familia Guinness. Las bellas vistas del lago y los escarpados acantilados que lo rodean son inolvidables.
El médico Gunther von Hagens, inventor de una singular técnica que permite conservar cadáveres de seres humanos y exponerlos en exhibiciones, vuelve a impactar al mundo. Su última exposición, «Mundos corporales de los animales» lleva varios días generando todo tipo de comentarios en Dublín.
Después de sorprender con cuerpos humanos muertos mostrados en todo tipo posturas cotidianas m Von Hagens ofrece en esta muestra un increíble safari cadavérico de casi un centenar de animales disecados en forma anatómica.
De este modo, una impresionante elefanta de tres toneladas y 6 metros de alto por 3,5 de ancho es una de las principales atracciones de esta muestra. Despojada de su piel y con los huesos y tendones en exhibición, es el animal más grande que se haya sometido a la plastinación, la técnica de conservación que este médico alemán inventó en 1977 y que desde 1995 llegó a muchos museos del mundo.
