En el corazón de la capital de Irlanda, a poca distancia de Grafton Street, Drury Street, presenta un encanto único. En vez de locales de cadenas internacional y muchos turistas, sólo se hallan transeúntes y una diversa convivencia de boutiques abiertas en edificios de ladrillos, que ofrecen todo tipo de cosas, desde objetos para la casa hasta el arte irlandés.
Drury Street se sitúa al sur del Museo Nacional de Cera y al oeste del Castillo Dublin, en la zona de moda en los últimos años de los dublineses. Para comenzar las compras, en “Industry”, lo nuevo y lo vintage son el hito más característico este negocio con estilo propio. Los artículos se renuevan cada semana y se puede encontrar desde las típicas mantas Donegal, de lana azul a rayas, hasta una gran lámpara de techo de cobre.