En dirección nordeste desde el centro de la ciudad, la Finglas Road lleva hasta el cementerio de Glasnevin, fundado por Daniel O’Connell en 1832. Hasta la intervención de O’Connell, las represivas leyes penales anticatólicas habían impedido que los católicos enterrasen a sus muertos.
El cementerio es hoy en día el más grande de Irlanda y se extiende sobre unas 50 hectáreas. Aquí están enterrados varios personajes famosos de la historia política de Irlanda. Las secciones más antiguas exudan un adecuado ambiente de melancolía.
Se puede acceder al cementerio desde las puertas antiguas de Curran’s Square, donde también, se encuentra el famoso pub Gravedigger’s conocido como Kavanagh’s.
Junto al cementerio se encuentran los magníficos jardines botánicos nacionales. Repletos de numerosas variedades de plantas, pero casi siempre vacíos de visitantes, los jardines son realmente mágicos (y con sus 3,2 hectáeas, también resultan lo suficientemente grandes como para perderse).
El enorme estadio de Croke Park se alza imponente sobre el barrio de Drumcondra, al este de Glasnevin. Como sede de los deportes gaélicos (fútbol gaélico, hurling y camogie), el estadio también alberga el GAA Museum que explora el desarrollo de la Gaelica Athletic Association desde su fundación en 1884, y su papel en la promoción de la cultura gaélica.
Al nordeste, en Marino (en la Malahide Road), está el Casino, un lugar de interés poco visitado que en realidad es una de las creaciones arquitectónicas más inusuales de Dublín. No es un garito dedicado al juego, sino una pequeña casa diseñada en el siglo XVIII por sir William Chambers para el conde de Charlemont. En el interior hay varias salas diminutas que albergan todos los accesorios de una casa de la época, reproducidos en miniatura.
Por último, más al norte, los barrios de Dublín están auspiciados por el Fingal County Council. Aquí todavía exite un interior agrícola, y poblaciones como Ballyboughal, Naul y Oldtown son de carácter más rural que urbano.
Foto vía Bpmlegal.com