La cerveza negra es todo un icono de Irlanda. Si bien en España se la llama como Guinness, en honor a la marca que ha hecho famosa esta variedad de la cerveza, su nombre genérico es el de stout.
Su color oscuro tiene una sencilla explicación: la malta de su receta es más tostada que la que contiene la cerveza rubia, tan común en España. Otra de sus características es su textura cremosa. La cerveza negra lleva un 80% de nitrógeno y un 20% de dióxido de carbono, a diferencia de otras cervezas, que sólo tiene este segundo componente. Así, se trata de una cerveza muy poco carbonatada, con una espuma y un cuerpo muy densos.
En el siglo XVIII empezó a producir la variedad stout. Y todo indica que la cerveza negra apareció en Londres. Se la llamó porter pues la bebían los porteadores o mozos de carga. No obstante, los irlandeses se han apropiado de la creación y han logrado que la stout se vincule totalmente con su país, sobre todo, gracias a la Guinness.