Como funciona un pub en Dublín

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Un viaje por Dublín no está completo sin haber pasado por un pub. En el pub, el irlandés se relaja, entabla nuevas relaciones, cultiva las viejas amistades e incluso hace sus pequeños negocios privados. Hay pubs de todos los tamaños, ambientes y para todos los bolsillos.

Todo pub que se precie tiene tres zonas bien delimitadas: la barra o bar, los reservados y los salones. En la barra, la bebida se consume de pie o sentado unos taburetes altos. Los reservados son reducidos habitáculos separados entre sí por pequeños tabiques de madera; contienen una mesita y sofás tapizados adosados a las paredes. El salón es la habitación más lujosa del local y es frecuente que en él se sirvan comidas.

Según dicta el protocolo, las mujeres no beben en la barra, lo más indicado es que lo hagan en los reservados y en los salones. Además, la consumición hay que ir a buscarla a la barra. Al igual que ocurre en los pubs británicos, lo más habitual es pagar en el acto. Nunca se dan propinas, pero en cada barra hay una hucha petitoria para las más variadas causas. Las huchas casi siempre están llenas.

Por otro lado, una de las cosas que más placer proporciona a un irlandés es invitar a sus amigos. Si se reúnen unos pocos, es costumbre que cada uno invite por turno a una ronda de cerveza. Si el grupo es muy numeroso se pone un fondo común a escote y se va bebiendo hasta que se agota.

Además, es fácil para un extranjero relacionarse en un pub irlandés; su presencia es recibida con curiosidad, pero con respeto. Los nativos esperarán que el forastero dé el primer paaso. Tras entablar un poco de conversación, el irlandés se empeñará en invitar al visitante a una ronda, que éste deberá acpetar sin rechistar. Acabada la degustación, el protocolo marca que es el turno del extranjero.

Por último, la hora oficial del cierre de los pubs son las once de la noche en invierno y media hora más tarde en verano. Cuando se acerca la hora del cierre, los parroquianos se apresuran a aprovisionarse de bebida, que van consumiendo tranquilamente mientras el dueño del pub les apremia teatralmente a que desalojen el local, ante la indiferencia más o menos generalizada.

Foto vía Irish Central