Moverse por Dublín

A no ser que penséis permanecer algo más de tiempo para visitar los alrededorres, no alquiléis un coche. La circulación en Dublín se ha convertido en una pesadilla, el estacionamiento es casi imposible y las infracciones se castigan sin piedad. Además, los robos son frecuentes. Evitad también la bicicleta, a menos que os guste el riesgo.

Dado que la ciudad no es muy extensa y tiene escaso desnivel, optad por recorrerla a pie; será el mejor modo de descubrir las direcciones confidenciales. Los barrios comerciales más agradables se hallan reservados a los peatones.

Tres redes de transporte permiten recorrer Dublín: autobús, DART y tranvía. Elegid las fórmulas económicas que combinan distintos tipos de transporte en un solo billete.

Los autobuses de dos pisos permiten descubrir la capital desde un punto de vista elevado. Pero sabed que, aumenta la ciudad está bien comunicada, la red es muy compleja. Necesitáreis paciencia y documentación para dirigiros de un punto a otro de la capital.

Las principales paradas, señalizadas por un pequeño cartel de Dublin Bus con el número de la línea, se hallan en O’Connell Street, Abbey Street, Eden Quay y cerca de Trinity College y St.Stephen’s Green. También hay un autobús nocturno que une el centro de la ciudad con la periferia.

El DART (Dublin Area Rapid Transit) es un tren de cercanías que une el centro de la ciudad con los barrios del litoral, entre Howth al norte y Bray al sur. Comunica cinco estaciones del centro de la ciudad. Circula desde la 6.30 a las 23.30 horas.

El centro de Dublín cuenta con dos líneas de tranvía (LUAS) que permiten atravesar rápidamente la ciudad. La línea roja es muy práctica para llegar a  algunos museos periféricos; y la línea verde une Sandyford con St.Stephen’s Green cada 5 a 15 minutos.

Por último, para encontrar un taxi deberéis ir a una de sus paradas, en general próximas a las de autobús y cerca de los grandes hoteles, donde los taxis se alinean por orden de llegada. Contad de entrada cno 2,75 euros por pasajero, que aumenta en 0,50 euros por cada pasajero suplementario o equipaje. El precio aparece indicado, después, en el contador (unos 0,20 euros cada 30 segundos).

Foto vía  Sociedad Sostenible