Las casas georgianas de Dublín

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El siglo XVIII representó para la capital de Irlanda una época de relativa prosperidad en la cual la nobleza irlandesa, muy preocupada por no parecer los parientes pobres de los ingleses, decidió remodelar por completo la ciudad.

De este modo, se levantaron hileras de casas articuladas en varios calles y plazas de Dublín. En el siglo XIX declinó la actividad económica con lo se obligó a algunas familias de clase media a dividir sus casas en pisos para poder afrontar los gastos económicos. Además, muchas de las antes grandes vías de Dublín se deterioraron paulatinamente.

Un siglo después, el rápido desarrollo de la construcción en la década de 1960 amenazó seriamente con arrasar lo que quedaba del Dublín georgiano. Por suerte, finalmente la mayor parte de estas casas georgianas se han conservado en pie y todavía se pueden disfrutar en lugares tan turísticos como Merrion Square y Fitzwilliam Square.

Aunque en su conjunto las calles de casas georgianas puedan parecer uniformes, si se examinan con atención se descubre una diversidad de estilos en los montantes, arquitrabes y balcones.

La entrada de estas casas solía tener suelo de piedra y frente a la puerta del vestíbulo arrancaba una escaldera. Muchas de estas casas no tenían jardín, pero los parques del centro de las plazas eran de uso exclusivo de los residentes.

Así, la entrada solía estar coronada por un montante de cristal emplomado. La principal decoración de la puerta era, por lo general, una bonita aldaba de cobre. Luego, el salón se instalaba en el primer piso. Los techos eran altos y se decoraban con bellos trabajos de escayola.

Por su parte, el comedor estaba normalmente en la planta baja. En la cocina había un enorme fogón que se encendía con carbón o madera. La despensa colindante se utilizaba para almacenar los alimentos.

Por último, los dormitorios solían situarse en el segundo piso; las plantas altas se reservaban para los niños y el servicio.

Foto vía La Zapatilla.com