Si bien Irlanda no es el paraíso de la gastronomía, sin embargo, es posible hallar placeres en la comida y probar productos genuinos, ricos y auténticos, como galletas, caramelos, tés y condimentos. Cada vez más, tiendas finas de alimentación, de quesos y algunas panaderías abren sus puertas a una clientela convertida ya en internacional. Queda lejos la época en que los únicos productos gastronómicos conocidos eran el cordero, el cerdo, la col y la patata …
1º. Berry Bros & Rudd (4 Harry Street):
La antigua oficina de pesos y medidas de Dublín fue restaurada para albergar al más antiguo negociante de vinos independiente del mundo. En efecto, la casa familiar opea en Londres desde 1698 y se instaló en la capital irlandesa en 1999. El edificio histórico acoge más de 800 botellas de vinos del mundo entero. También hay licores, whiskeys y champán.
2º. Avoca Food Hall (11-13 Suffolk Street):
El sotáno de este gran almacén alberta una tienda de comestibles particularmente bien surtida. Tanto, que uno no sabe adónde mirar con tantas salsas, chocolate irlandés, mermeladas, pequeñas porciones de legumbres, té, café y toda una literatura culinaria para adoptar grandes ideas de buenos cocineros.
3º. Tesco Food Hall (Jervis Shopping Centre Mary Street):
En el sótano de la galería comercial, una gran superficie donde descubrir algunos placeres irlandeses. En la sección de las mermeladas, probad la folddin whiskey marmelade o la jam’s old fashioned apple jelly (una gelatina de manzana deliciosa). También sobresale la lakeshore mincemeat with brandy, un picadillo de frutos secos al coñaa usado para rellenar pequeños pasteles.
4º. Sheridan’s Chessemongers (11 Anne Street South):
Un establecimiento conocido por los quesos genuinamente irlandeses. Esta pequeña tienda vende también condimentos y salsas agridulces, servidas tradicionalmente con el queso, así como salmón salvaje ahumado artesanalmente, según las normas de este arte, que podréis pedir que os manden a casa (cuesta alrededor de 83 euros el kilogramo).
Foto vía JDDG
