Carreras de galgos en Dublín

Una de las distracciones favoritas de los irlandeses son las carreras de galgos. Hay que acudir a alguna carrera al menos una vez por el ambiente y el juego de la mímica de los corredores de apuestas. Las fecha de las carreras se anuncian siempre en los periódicos locales.

En Shelbourne Park se suelen celebrar carreras de galgos los miércoles, los jueves y los sábados a partir de las 20.00 horas. Se encuentra en al norte de Ballsbridge, en South Lotts Road, entre Bath Avenue y Pearse Street, al este de la ciudad. La entrada es de pago, pero asumible.

También en Harold’s Cross se pueden presenciar carrera de galgos los lunes, los martes y los viernes a las 20.00 horas. La entrada es un poco más barata que la de Shelbourne Park.

El desarrollo de una carrera de galgos tiene algo insólito. Quince corredores de apuestas (bookmarkers) se alinenan a lo largo de una empalizada frente a un estadio de forma oval que mide 525 yardas, es decir, unos 479 metros. Solamente la observación de estos ocupados bookmarkers ya es un regalo: caras concentradas, oídos aguzados hacia la multitud, emoción a tope, …

Justo antes de la carrera de galgos, los criadores, ayudados por asistentes con camisa azul, llevan a los galgos y los hacen entrar en una especie d caja en la línea de salida, como los caballos en el hipódromo.

Cada perro lleva un número, tras presentarse ante una tribuna, tiene lugar una carrera desenfrenada (una vuelta al estadio) persiguiendo a un falso conejo (mezcla indefinible de conejo y tejón). Los galgos llegan a alcanzar 80 kilómetros por hora como velocidad punta. Después de cada vuelta al estadio, los animales vuelven al redil, sin aliento, contrariados, y luego son reemplazados por otros galgos más vivarachos. Y así hasta que termina la sesión (hacia las 22.00 horas, nunca más tarde). Tiene lugar una carrera cada 15 minutos.

Foto vía El Blog de Dublín