Un completo día de Dublín

En una jornada se puede visitar muchos lugares de la capital de Irlanda. El caso es programarse bien y llevar a rajatabla el tiempo. Así, podremos disfrutar de un completo día de Dublín.

El día comienza muy temprano con un paseo por el jardín de St. Stephen Green después del desayuno. Ideal para afrontar la jornada con renovados bríos. A continuación, se puede coger un autobús panorámico para dar una primera vuelta por las principales atracciones de Dublín; el billete permite subir y bajar tantas veces como se quiera durante el día.

Luego, se tiene que visitar el Trinity College, el principal centro universitario de Irlanda. Se puede pasear por sus patios y explorar la biblioteca después de haber visto el Libro de Kells.

A renglón seguido, recomiendo almozar en Broker’s, un modesto restaurante del barrio de Temple Bar especializado en comida irlandesa. Tras reponer fuerzas, se puede dar un paseo por la peatonal Grafton Street, la arteria comercial de la ciudad. Si se quiere tomar un café hay que acudir al Café Bewkey’s en el número 78 de esta calle.

A media tarde es el momento de tomar el té con pastas en el mítico Shelbourne Hotel, en un lateral de St.Stephen Green. Después, uno puede unirse a un pub crawl, ya sea literario, si se entiende inglés, o solo musical, en caso contrario. Suelen durar unas dos horas y media y recorren más de media docena de pubs.

Antes de cenar se puede pasear por el barrio del Temple Bar. Para cenar recomiendo hacerlo en uno de los restaurantes de moda de la calle Sufflolk o alrededores ya sea el Tosca o el Mr. Pussy.

Ya cerca de la medianoche se puede oír música tradicional en cualquiera de los pubs del centro o en hoteles como el Harcourt y en las discotecas de la calle Lessón.

Por último, la jornada puede acabar con un paseo en calesa por las plazas georgianas; se suelen coger en St.Stphen’s Green esquina a Grafton Street y conviene concertar el precio antes de partir.

Foto vía Doc Brown’s