En esta larga plaza rectangular y calles adyacentes se advierte de inmediato la presencia de la dos alma de la Dublín de 2000, tan lejos ya en otros lugarse. Al este, de camino al centro, lo nuevo toma forma en un moderno conjunto arquitectónico integrado por un hotel, un bonito bar-restaurante con un buen espectáculo musical y un hermoso museo de música tradicional.
A sus espaldas se cobijan algunas tiendas de artesanía y la histórica fábrica de whiskey Jameson, transformada en museo, cuya chimenea hoy en día hace la función de torre panorámica. Al otro lado de la plaza, lo viejo se arracima hasta la periferia, con un popular mercado al por mayor.
El centro de la plaza Smithfield, uno de los lugares de reunión preferidos por la población, los días de fiesta se llena de puestos y se dan conciertos (fue aquí donde el 18 de marzo de 2000 se entregaron las llaves de Dublín al famoso cantante irlandés Bono), mientras el lado norte alberga el Cobblestone, un histórico local conocido por sus atractivas actuaciones musicales.
Entre los principales atractivos de Smithfield destaca el Ceo (abre a diario a las 10.00 horas; los domingos a la s 12.00 horas). Se trata de un centro cultural con una exposición sobre historia, instrumentos, temas y protagonistas de la música irlandesa tradicional.
Este local es auténtico calidoscopio de sonidos musicales y danzas, ordenado desde un punto de vista didáctico y acompañado de actividades multimedia, algunas de las cuales están especialmente pensadas para que los visitantes más jovenes aprenden divirtiéndose.
A un lado se alza la alta torre de la chimenea de la antigua destillería Jameson, hoy en día torre panorámica. The Chimney Viewing Tower, uno de los símbolos de la nueva Dublín. Está englobada en un modernísimo y refinado completo hotelero. Se puede visitar de lunes a sábado entre las 10.00 y las 17.30 horas; y los domingos entre las 11.00 y las 17.30 horas.
Foto vía Dublin Rocks
