Dun Laoghaire, una maravilla de las afueras de Dublín

Dun Laoghaire es el puerto de pasajeros y yates más importante de toda Irlanda, con sus villas pintadas de colores brillantes y sus parques y palmeras. Este lugar sorprende a los turistas por el constrate con la imagen húnmeda del país.

Su antiguo nombre, Kingstown (otorgado por la visita del rey Jorge IV de Inglaterra en el año 1821) duró unos 100 años, hasta que se estableció el Estado Libre de Irlanda en 1921. Se construyó un ferrocarril en 1834, que lo unía al centro de Dublín, lo que tuvo como consecuencia la destrucción del antiguo fuerte (dun) del que recibe su nombre.

La mayoría de los pasajeros que llegan a Irlanda se apresuran a dejar el puerto nada más bajar del barco. Sin embargo, la ciudad ofrece magníficos paseos por el puerto y a lo largo del muelle oriental, hasta  el faro.

El People’s Park, al final de George’s Street se ubican diversos cafés y el segundo fin de semana de agosto, acoge un espectáculo con las flores como protagonistas, y los domingos, un antiguo mercado. Además, se puede llegar a los puabloes de Sandycove y Dalkey por un sendero denominado The Metals el cual sigue la vía férrea.

El National Maritime Museum está situado en la iglesia de los marineros, Mariner’s Church (1837). En este museo se exhibe una chalupa que fue utilizada por los oficiales franceses tras la frustada invasión de Wolfe Tone en Bantry, en el año 1796.

Al final de la carretera y de la línea del DART, en Monkstown’s Belgrave Square, está el Comhaltas Ceoltóiri Eireann, el principal centro de música y danza tradicional irlandesa, conocido por sus actuaciones musicales y los ceilís (bailes). Por último, cerca en Clifton Lane, está el Lambert Puppet Theatre dedicado a los niños y las niñas.

Foto vía Dublinrocks.com