Alcohol y tabaco en Dublín

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Tradicionalmente, un trago en Irlanda significa cerveza. Se pide por la marca y se sirve en vasos de pinta. Si se quiere menos cantidad habrá que pedir un glass, la mitad de una pinta. Si se quiere en botella, habrá que pedirlo. Además, la cerveza con gaseosa o limonada se llama Shandy.

La medida para los licores es de 35 milímetros. El whiskey se puede pedir también por la marca, salvo si se quiere un escocés, en cuyo caso se pide un Scotch. Para los combinados, bastará con un breve gin/whiskey/vodka con el refresco que se desee.

En cuanto las bebidas no alcohólicas, además de los refrescos, los pubs tienen zumos (naranja y tomate son los más comunes), tónica, agua con gas (sparkling water) y sin gaas (still water), té y café (de filtro generalmente).

Con la fama que tiene los pubs irlandeses alrededor del mundo, el alto precio de las bebidas que sirven resulta una sorpresa para muchos visitantes. Especialmente sangrante es el caso de Dublín, entre un 20 y 30 % más caro que en zonas rurales: vale como mínimo 4,5 euros la pinta de cerveza, y 5 o 6 euros un combinado.

Por su parte, el tabaco es carísimo, más de ocho euros por un paquete. Asimismo, hay pocas oportunidades de fumar ya que Irlanda fue el primer país europeo que prohibió fumar en todos los lugares de trabajo, bares y restaurantes incluidos. La medida ha sido un éxito total. No hacerlo traerá problemas con el dueño (que puede ser multado con 3.000 euros si alguien fuma en su local) y, si la cosa pasa a mayores, con la polícia.

Al no permitir la ley la creación de salas específicas par fumar, los fumadores no tienen más remedio que salir a la calle, y lo que parecen colas a la entrada del pub suelen ser grupos de fumadores «matando el vicio».

Por último, muchos locales han acondicionado «Beer gardens», terrazas al aire libre con calefacción para que sus clientes no tengan que salir a la calle para encender un pitillo.

Foto vía AutoEscape Blog