Aunque el rico legado histórico de Dublín está presente en cada rincón de la ciudad, el barrio con más capas de historia es, sin duda, Christchurch, corazón del asentamiento vikingo. Aunque el desarrollo urbanístico ha borrado buen parte de ese legado, todavía se conservan piezas muy valiosas, como son algunos tramos de la antigua muralla y nombres de calles que hacen referencia al pasado.
Desde la majestuosa entrada del City Hall se sube por Parliament Street en dirección al Liffey. De camino, se pasa por el viejo cartel de Thomas Reade’s Cutlers una espadería del siglo XVI. A la izquierda se atraviesa Essex Gate.