Aunque la delicuencia en Irlanda ha sido durante muchoo tiempo relativamente escasa, en los últimos años las calles de Dublín han visto crecer el número de carteristas y ladrones de bolsos. Desde el punto de vista internacional, los nivleles de delicuencia son bajos, pero Dublín es una ciudad moderna, con los problemas que ello implica.
En las zonas de turimos y en los hoteles suelen indicar los lugares que conviene evitar, pero con unas mínimas precauciones se puede gozar de una estancia agradable y sin problemas. Si en algún momento necesita la policía, recuerde que en la República de Irlanda se llaman Gardai.