La Catedral de San Patricio

La Catedral de San Patricio, antiguamente conocida como la Catedral Nacional y colegiata de San Patricio, es la mayor de las dos catedrales de la Iglesia de Irlanda. Se encuentra en St.Patrick’s Close. Abre todos los días desde las 9.00 a las 18.00 horas. La entrada general cuesta 2,80 euros.

Construida fuera de las murallas originales de la ciudad, la catedral de San Patricio no comparte la misma situación privilegiada de Christchurch, pero si conlleva las asociaciones históricas más interesantes.

La Catedral de San Patricio de Dublín se levanto  junto a un pozo en el según  la leyenda San Patricio bautizaba a todo aquel que se convertían del paganismo al cristianismo. En un primer momento,  era una iglesia de madera erigida en  el siglo V en honor a San Patricio. En 1191, la iglesia fue reconstruida en piedra. La catedral actual se construyó en 1200 y se concluyó setenta años después.

Jonathan Swift, el autor de «Los Viajes de Gulliver», fue déan de la catedral entre 1713 y 1745 y su tumba (junto con la de Esther Johnson, «Stella») se encuentra cerca de la entrada de la catedral.

Su inscripción latina reza más o menos lo siguiente: «Aquí yace, donde la indignación salvaje ya no puede lacerar su corazón». Escrito por el propio Swift, parece un epitafio extrañamente lúgubre para un déan cristiano, aunque muy adecuado para el mayor satírico de la lengua inglesa.

Por otro lado, hay que buscar un agujero que hay en la vieja puerta de la sala capitular, ya que posee una interesante historia. En 1492, una pelea entr dos grandes condes normandos (Kildare y Ormond) terminó en una batalla librada dentro de la catedral. Durante la lucha, el representante de Ormond, Black Jams, se refugió dentro de la sala capitular y aceptó salir sólo cuando el conde de Kildre hizo un agujero en la puerta y asomó un brazo en señal de reconciliación.

Además, los paneles interpretativos realzan de forma significativa la exposición de Living Stones, que celebra la historia de la catedral y su lugar en la vida la ciudad. Asimismo, los cuidadores voluntarios sno de gran ayuda y proporcionan más información histórica con mucho gusto.

Por último, sobresale la escuela de coros de la catedral que data de 1432. Todavía se cantan dos servicios cada día durante el curso escolar.

Foto vía Capitales del mundo